Luego de cuatro sesiones de trabajo el Programa de Lingüística y Literatura terminó el Taller de Ponderación de cada una de las características de los 8 Factores considerados en la autoevaluación, dando así el primer gran paso de cara a su acreditación en calidad.
Las tres últimas sesiones (19, 24 y 26 de marzo), que correspondieron a la discusión colectiva de la ponderación realizada al interior de los equipos en la primera sesión (8 de marzo), demostraron ampliamente el compromiso de la comunidad académico-administrativa del Programa frente al proceso. Así lo manifestaron algunos miembros del Comité de Autoevaluación, quienes señalaron que lo más destacado del ejercicio, además de la participación observada, fue que éste no se limitó a poner uno u otro número a las características, sino a discutir, con la seriedad que demandaba el caso, el peso de éstas en el Programa; de forma que fue, como se esperaba, una cuestión más tipo cualitativa que cuantitativa.
Para la profesora Sonia Burgos, quien hizo presencia en las mencionadas sesiones en representación del grupo que evalúa las características asociadas a los egresados y al impacto del Programa en el medio (Factor 7), allí estuvo la verdadera ganancia. “La experiencia fue muy bonita porque permitió que todos los que pertenecemos al Programa nos encontráramos más allá de nuestra condición de docentes, estudiantes o egresados y de nuestras historias particulares, en el propósito común de reflexionar sobre lo que queremos para él y representa para nuestras vidas”, afirmó.
Por su parte, Ana Coa, quien participa como estudiante en el grupo que tiene a su cargo las características asociadas a los procesos académicos del Programa (Factor 3), dijo que durante las sesiones se ha enterado de muchos aspectos que desconocía, como por ejemplo los relacionados con los diversos servicios que presta Bienestar Universitario. Opinando, elaborando el acta de las sesiones, tomando decisiones, reuniéndose con su grupo, etc., Ana, al igual que los demás estudiantes, comprende lo que representa su participación en el proceso de autoevaluación: “la posibilidad de que quienes vienen detrás de mi encuentren un mejor Programa”, sentenció.
A RECARGAR ENERGÍAS, ESTO APENAS COMIENZA
Después del arduo trabajo de las últimas semanas, en las que hubo días dedicados de principio a fin a la acreditación, ésta parece ser la consigna de quienes orientan el proceso. Según el profesor Danilo de la Hoz, una vez terminen las vacaciones de Semana Santa la primera tarea será actualizar el Formato de ponderación, con los cambios efectuados a nivel de la valoración y justificación de las características. “Este paso es fundamental para dar a conocer a toda la comunidad lo que podría considerarse el referente a partir del cual se realizará la autoevaluación”, explica.
A esta primera tarea se suma una segunda que compromete a cada uno de los equipos: realizar, el jueves 8 de abril, la primera entrega de la información documental y numérica que han venido recogiendo. “Aquí las expectativas son buenas porque en la reunión del pasado viernes 26 los equipos mostraron que han avanzado en la recolección de información, a tal punto que algunos ya elaboraron o están terminando de elaborar documentos inexistentes”, añadió el mismo profesor.
